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Una Navidad Adornada de Ilusiones

Posted on 16 Dic, 2013 by in Mi historia | 1 comment

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Hay alguien que os inspira?

A mi, desde pequeña me ha inspirado un paisajista que sabia como tocar el alma de las personas.

Raul Canovas con su forma de hacer jardines y de enseñar me ha transformado, porque me hizo ver lo bonita que puede ser tu vida cuando compartes parte de tu esencia con los demás.

Os dejo un regalo, una de sus crónicas, esta vez para celebrar la navidad.

Espero que os guste.

 

“Allí estaba él, una vez más en el medio del jardín rodeado por las cajas de adornos que juntaron polvo mientras esperaban en el altillo por un nuevo diciembre. Había de todo un poco: cuentecillas coloridas, cintas de seda, adornos chinos y pasamanerías cuidadosamente envueltas, soportando año tras año la solemne tarea de decorar el arbolillo de Navidad.

Pronto para coger la escalera (el árbol había crecido bastante) oyó una voz estridente que parecía surgir de algún lugar indescifrable, preguntando:

– Que has hecho desde enero además de esperar por lluvias?

Otra voz menos chillona le respondió:

–  Esperé que las nubes se derritiesen, porque no me satisfacía tan solo el rocío.

–  Pero de que te valió todo ese aguacero – retrucó la primera voz –  si enseguida se evaporó.

– Lo usé para humedecer mis energías.

El hombre, incrédulo y un poco desconfiado, tentaba saber de dónde venía ese diálogo, que continuaba vibrante entre las partes.

– Energías? para qué las energías?

– Para poetizar mi robustez.

– Y de que te sirve toda esa vitalidad?

– Me sirve para persuadirme de que soy capaz.

– Capaz?

– Si y también con agallas. A pesar  de vivir en un jardín es preciso hacer algo sustancial y profundo.

– Una especie de magia?

– Creo que si, es tedioso apenas fabricar miles de guindas todos los años.

– Haces guindas?

– No te habías dado cuenta?

– Perdóname, siempre estoy ocupada con mi florada.

– Te agradezco el perfume.

– Imagínate, nada me cuesta.

– Pero de cualquier forma nutre mis locos devaneos.

– Quién sabe, algún día los materialices y pueda saborear tu pulpa.

– Adiós madreselva.

– Adiós cerezo.

El hombre dio vuelta en la cama y continuó soñando con una Navidad adornada de ilusiones…

…esperó hasta el día siguiente para coger la escalera.”

 

Raúl Cânovas | Paisagista

www.raulcanovas.com.br
www.jardimcor.com

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1 Comment

  1. Bellisimo cuento,como siempre comparto la sensibilidad de un amante de la naturaleza!!

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