Campeones – Desde Brasil
Hoy postaré algo un tanto cuanto diferente.
Tiene poco que ver con paisajismo o los jardines, y mucho con raíces. Las mías.
Lo que voy a postar lo escribió mi hermana menor (la pequeña de cuatro hermanas).
Mis abuelos se marcharon de España hacen ya 48 años. Llevando con ellos mi padre y tías, todavía niños.
Los Briones.
Nuestra familia es una mezcla de brasileños con españoles que funciona muy bien.
El ultimo domingo mis primos y hermanas bajaron a la playa a ver el partido de la final del Mundial con mis abuelos, locos por la Roja (y por el Real Madrid). Me quedé con una envidia tremenda de no poder ir, 10.000km son muchos…
Bueno, abajo sigue el texto escrito por la “peque”…
Lo comparto con vosotros que siempre me piden que hable mas de mi.
CAMPEONES
No era Brasil quien jugaba. Pero, por primera vez, sentí como si fuera. Increíble como la pasión brasileña por el fútbol, gritaba por España, chillaba por la sangre española.
Mis abuelos, uno a cada lado. Estáticos. Ella, en el climax de sus 84 años, apretaba el pecho con los ojos pegados a la pantalla y los comentarios saliendo de la boca en un español apresurado. Antes en la comida, mi primo le preguntó si ella todavía sentía dolores por el infarto de hace dos años. Contestó que los sentía siempre que se emocionaba. Pues entonces, seguro que este seria un momento de dolor. Y ella pelearía como si estuviera en el campo, con los jugadores.
Pero el, solamente esperaba callado. Sabia que la victoria se acercaba, y siempre tiene razón. Fue una sorpresa que estubieramos allí. Los nietos ‘españoles sinteticos’, como Amador Briones Fernandez ha definido. La alegría de ella al abrir la puerta fue estimulante. Ver el partido de la Furia Roja seria mas sabroso ahora. El camino de la pareja y de los tres hijos desde que vinieron a Brasil estuvo marcado por muchas batallas y incontables victorias. Faltaba solo esa. Y entonces empezó el partido.
Estuve en España hace dos semanas visitando a mi hermana. Pensaba en los partidos que vi allí. En el silencio español tan diferente de la agonía de la afición brasileña, pero que se rompía com gritos en los momentos de éxito. Recordaba las muchas publicidades con el equipo español como héroes. El slogan: “Podemos!”. Sí, podemos.
He visto, en suelo español, ganar tres veces España. Portugal, Chile e Paraguay. Me enamoré. Grité. En la ventana, la bandera de Brasil por afirmacion. En el corazón, el espacio empezando a dividirse. Me dejé caer una lágrima por Brasil eliminado. Esperé que fuésemos vengados. Fuimos. Mi padre español vengó la patria madre brasileña. Reservé la última victoria para compartir con los Briones.
No seria posible ser pentacampeona a los 20 años y haber conseguido ver mi país ser campeón por la primera vez. Pero sí fue posible, y fue precioso. A lo largo de los 120 minutos, el mundo lo ha visto. No hacen falta comentarios.
Poco antes del partido el abuelo me preguntó cuantos años tenía yo. En muchos momentos el mismo se olvidaba de la propia edad (83).
– “Veinte”, conteste.
– “Es la mejor edad de toda la vida”, dijo nostálgico.
En ese momento, casi he podido observar el reflejo de toda una vida pasando delante de esos ojos tan intensamente azules que tiene mi abuelo. No me contuve.
– “Abuelo, cual fue el mejor día de su vida?”
Se rió. Tonta. Fueron muchos. Este hombre hizo un avión funcionar a la fuerza del empuje. El viejo vivió momentos como pocos. Aun vive, con ella, mi abuela. Pero, en aquel domingo rojo y amarillo, tuve la muy grata sensacion de estar presente en otro mas de los memorables ‘mejores días de su vida’.
Nicole Briones
Teneis la version original en portugues aqui:
http://nicolebriones.wordpress.com